España

Micaela

Cádiz,

2019

4,50 

Tipo de vino: Generoso
Bodega: Bodegas Barón
Graduación: 15%
Variedades:

Características

Dulzor
Acidez
Taninos
Alcohol
Cuerpo
Intensidad
Final


Crianza biológica bajo velo de flor | 4 años de vejez media | 100% Palomino Fino

Desde el corazón de Sanlúcar de Barrameda, donde el Atlántico y el Guadalquivir se encuentran, nace esta Manzanilla única, criada íntegramente en bodegas bañadas por la brisa marina. Elaborada a partir de mostos finos de Palomino Fino y encabezada a 15% vol., su crianza biológica bajo velo de flor tiene lugar durante 3 a 4 años en botas de roble americano, siguiendo el método tradicional de criaderas y solera.

El resultado es un vino seco, ligero y tremendamente expresivo, con notas salinas, de almendra cruda, levadura fresca y flores blancas. Su frescura, elegancia y marcado carácter atlántico la convierten en una compañera perfecta para aperitivos, pescados, mariscos y encurtidos.

Una Manzanilla que habla del mar, del viento de poniente y de siglos de tradición andaluza.

VISTA: Color amarillo pajizo pálido, limpio y brillante, con reflejos verdosos. Lágrima ligera y fluida.

NARIZ: Muy fina e intensa. Aromas a levadura fresca, almendra cruda, manzanilla seca, flores blancas, piel de cítrico y un fondo salino muy característico de su crianza junto al mar.

BOCA: Seca, ligera y con una acidez vibrante. Paso fresco, sabroso y con un elegante amargor final. Muy vertical, con una persistencia marcada por notas de frutos secos, panadería y un delicado toque salino.

FINAL: Largo, punzante y refrescante, con un retrogusto muy limpio y seco.

Esta Manzanilla es ideal para abrir boca o acompañar platos donde la frescura, la salinidad y los sabores intensos brillen. Aquí algunas sugerencias de maridaje con nuestra carta:

Jamón ibérico: La salinidad y ligereza de la Manzanilla limpian el paladar y realzan los matices del jamón curado.

Tabla de Quesos: Maridan de forma armoniosa por contraste y afinidad salina.

Tataki de ternera argentina: El frescor del vino corta la grasa y acompaña los umami del plato.

Ravioli de bacalao: Un maridaje perfecto. La untuosidad del relleno se equilibra con la acidez y el toque marino de la Manzanilla.

Pulpo a la brasa: Resalta su punto ahumado y textura carnosa sin tapar el sabor del producto.

Salmón: La Manzanilla limpia el paladar y acentúa los sabores grasos del pescado.