Valderiz

Un vino con alma, forjado por el clima y el carácter del terruño

El emblema de la bodega, reflejo de su identidad, experiencia y pasión por el viñedo. Este vino nace de un ciclo marcado por contrastes climáticos que definieron su personalidad: un invierno especialmente frío, con temperaturas que descendieron hasta los -15 °C, seguido de una primavera lluviosa y fresca, donde incluso se registraron heladas tardías. El verano, seco y cálido, culminó en agosto con dos olas de calor que rozaron los 40 °C, favoreciendo una maduración pausada pero completa, gracias a la ausencia de precipitaciones en el final del ciclo. La vendimia, algo más tardía, se desarrolló en condiciones óptimas.

El resultado es un vino con estructura, profundidad y elegancia. Elaborado con un 95% de Tinta del País y un 5% de Albillo Mayor, procede de viñedos ubicados en parajes emblemáticos con suelos de composición variada (franco arenosos, arcillosos, con canto rodado, afloramientos de caliza y arena) aportan complejidad y expresión mineral.

Con un rendimiento limitado a 4.000 kg/Ha, la vinificación se realiza de forma espontánea en depósitos de cemento de 8.000 kg. La fermentación maloláctica tiene lugar en barricas y depósitos de cemento, y la crianza se extiende durante 20 meses en barricas de 225 L, 80% roble francés y 20% americano (mitad nuevas, mitad de un uso).

Un vino que no solo expresa el saber hacer de la bodega, sino que ha conquistado a prescriptores internacionales por su autenticidad y carácter.