90,00 €
Valle Rupestre, Salta, Argentina
Desde lo más alto del Valle Calchaquí, en el corazón del Valle Rupestre, nace este Cabernet Sauvignon de altura, elaborado como homenaje a Leonor Molina, madre de la familia y símbolo de fortaleza y elegancia. Un vino que expresa con autenticidad el carácter extremo del norte argentino y la dedicación artesanal de una bodega familiar.
Producido a partir de uvas cultivadas a 2.200 metros sobre el nivel del mar, en suelos aluviales, franco-arenosos con piedras en profundidad, este vino refleja la esencia del terroir salteño. El viñedo, regado por goteo con aguas de deshielo, entrega una fruta de concentración y frescura únicas. La vendimia manual, realizada en cajas de 16 kg durante la primera semana de abril, asegura una selección cuidadosa de cada racimo.
La fermentación se realiza con levaduras autóctonas en depósitos de hormigón, con una maceración de 20 días que permite una extracción lenta y delicada. El vino reposa durante 12 meses en barricas de roble francés de primer uso, logrando una complejidad y elegancia excepcionales.
El resultado es un Cabernet de perfil intenso y refinado, con notas de fruta negra madura, especias, y un fondo mineral que habla del paisaje. En boca, muestra taninos firmes pero pulidos, buena estructura y un final largo y persistente.
Con una producción limitada de solo 2.700 botellas, este vino es una pieza exclusiva pensada para paladares exigentes y amantes de los vinos de origen.
VISTA: Presenta un color rojo rubí profundo, brillante y de excelente concentración, anticipando su intensidad aromática y estructura.
NARIZ: Aromáticamente complejo y elegante, se despliegan capas de fruta negra madura (mora, cassis, ciruela), seguidas por notas especiadas, como pimienta negra y clavo de olor. Al oxigenarse, aparecen sutiles matices de grafito, cacao y vainilla, provenientes de su crianza en barricas francesas de primer uso.
BOCA: En boca es estructurado, con taninos firmes pero sedosos, muy bien integrados. La acidez natural, marcada por la altura del viñedo, aporta frescura y equilibrio, prolongando el recorrido. El final es largo, persistente y elegante, con recuerdos de fruta madura y un delicado dejo mineral.
Rabo de Toro: Su textura melosa y sabor concentrado encuentran el complemento ideal en los taninos firmes y el fondo especiado del vino.
Bife, Ojo, Vacío, Entraña: La intensidad del Cabernet Sauvignon realza los sabores ahumados y jugosos de las carnes argentinas. Un maridaje clásico y seguro.
Provoleta o Tabla de Quesos: El carácter especiado del vino y su acidez equilibran la grasa del queso y amplifican los sabores.
Empanada de Carne: Un bocado a la carne jugosa y especiada, encuentra su mejor expresión junto a un tinto potente y expresivo como este Cabernet de altura.
Brioche de Vacío: El dulzor de la masa y la intensidad del relleno combinan muy bien con la crianza del vino, que limpia el paladar y realza los sabores.
Tataki de Ternera: La cocción justa de la carne y su presentación delicada armonizan con la elegancia del Cabernet, resaltando sus notas minerales y de fruta negra.
Ravioli de Bacalao: Una opción atrevida pero deliciosa, la cremosidad del plato y el sabor del bacalao se benefician de la acidez fresca y la mineralidad del Cabernet.