La Mateo Vendimia

La Mateo selecciona viñedos en la Rioja Alta, una subzona de la Denominación de Origen Rioja que se caracteriza por su clima más fresco, lo que ayuda a preservar la frescura y la acidez de las uvas. En este caso, la bodega trabaja con viñedos de tempranillo y otras variedades autóctonas, siempre buscando viñas de más de 25 años, que ofrecen una mejor expresión del terroir.

La cosecha se realiza de forma manual, buscando el momento óptimo de madurez para las uvas, la cosecha suele realizarse en septiembre, cuando las uvas alcanzan su punto justo.

Una vez que las uvas llegan a la bodega, se realiza un despalillado (eliminación de los raspón o tallos) y un proceso de selección en mesa, donde se revisan manualmente los racimos para asegurarse de que solo las mejores uvas son utilizadas en la vinificación. Esto garantiza la calidad y pureza del vino.

Tras la fermentación, el vino realiza una crianza en barricas de roble francés de segundo y tercer uso. La crianza dura entre 12 y 14 meses, lo que le permite al vino adquirir una cierta complejidad y suavidad en los taninos, pero sin que el roble opaque la frescura y los aromas frutales típicos de la variedad tempranillo.

Antes del embotellado, el vino pasa por una clarificación natural, sin el uso de aditivos químicos, para eliminar cualquier impureza. Posteriormente, el vino es embotellado y se deja reposar durante unos meses en la bodega antes de ser comercializado, lo que le permite una mejor integración de los aromas y sabores.