Francia

Domaine de Chevalier - Grand Cru Classé de Graves

AOC Pessac-Leognan,

2017

130,00 

Type of wine: Tinto
Winery: Domaine de Chevalier
Alcohol: 13%

Characteristics

Sweetness
Acidity
Tannins
Alcohol
Body
Intensity
Finish

Una joya oculta de Burdeos, un clásico moderno de equilibrio y refinamiento.

En el mundo del vino, hay nombres que resuenan con historia, excelencia y un culto silencioso que se transmite entre conocedores. Domaine de Chevalier, enclavado en el bosque de Léognan, al sur de Burdeos, es uno de esos nombres. Aunque es menos ostentoso que sus vecinos de Margaux o Pauillac, su prestigio es indiscutible. Este Grand Cru Classé de Graves ha cultivado durante décadas una reputación de elegancia sobria, profundidad aromática y extraordinaria longevidad.

El 2017 es una de esas añadas que encantan al paladar conocedor. A pesar de los desafíos climáticos de la región ese año, Chevalier sobresalió gracias a su excepcional terroir y su impecable saber hacer. La vendimia manual, la selección rigurosa de uvas y un equilibrio magistral entre innovación y respeto por la tradición hacen de este vino una verdadera obra de arte.

Situado en la denominación Pessac-Léognan, en la región de Graves, Domaine de Chevalier se beneficia de un suelo de gravas profundas sobre subsuelos arcillosos y calcáreos, ideales para el cultivo de uvas nobles como Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot. Su enclave, rodeado de bosque, actúa como un anfiteatro natural, moderando el clima y aportando una frescura única incluso en los años cálidos.

A 60 metros sobre el nivel del mar y con una orientación idónea, las 40 hectáreas de viñedo están plantadas en densidades altas y se trabajan bajo principios sostenibles, con una atención minuciosa a cada cepa. La altitud y el microclima aseguran una maduración lenta y equilibrada, preservando una acidez vibrante, aromas puros y taninos sedosos.

Las uvas se vendimian cuidadosamente a mano y se someten a una doble selección, primero en racimo y luego grano por grano. La fermentación tiene lugar en cubas de acero inoxidable y cemento con temperatura controlada, seguida de una maceración larga que extrae con delicadeza el alma del vino.

La crianza se lleva a cabo durante 16 a 18 meses en barricas de roble francés (30-40% nuevas), con bâtonnage periódico y un trabajo meticuloso de ensamblaje, que aporta complejidad sin excesos. El resultado: un vino perfectamente integrado, donde cada componente dialoga en armonía.

Apto para beber ahora, si es posible con decantación (1 hora), pero su mejor expresión se revelará entre 2027 y 2040.

Reconocimientos:

  • 96 pts James Suckling

  • 94 pts Wine Advocate (Robert Parker)

  • 94 pts Wine Spectator

  • 94 pts Decanter

  • 94 pts Wine Enthusiast

VISTA: Color Granate intenso, limpio y brillante, demostrando su edad, pero su potencial de guarda. Con capa alta y lágrimas densas, que denotan concentración y crianza.

NARIZ: Aromas elegantes y precisos. Aparecen primero notas de fruta negra madura: grosella, ciruela y cassis, seguidas de matices más sutiles de regaliz, té negro, tabaco y tierra húmeda. Con aireación, emergen toques de cedro, grafito, cacao fino y especias dulces (clavo, nuez moscada), reflejo de su paso por barricas de roble francés.

BOCA: Entrada sedosa y equilibrada. Taninos firmes pero pulidos, que abrazan una acidez precisa y refrescante. El vino evoluciona en boca con capas de fruta negra, notas minerales y un fondo ahumado elegante. El final es largo, persistente, con una textura envolvente y un eco terroso que recuerda al origen del viñedo.

Un vino de perfil clásico y refinado, con la elegancia que caracteriza a Domaine de Chevalier incluso en una añada compleja como 2017. Tiene potencial de guarda (hasta 2040) pero ofrece un placer notable desde ya con la aireación adecuada.

Ojo de bife: La estructura del vino y sus taninos finos abrazan la jugosidad del corte. Ideal si se come poco hecho, con sal en escamas y sin salsas invasivas.

Vacío o Entraña:El punto de grasa y la textura carnosa, respectivamente de estos cortes ,combinan de maravilla con la mineralidad y el perfil especiado del vino.

Bife de chorizo: Armoniza por peso y potencia. La fruta negra madura del vino contrasta con el punto ahumado de la carne.

Rabo de toro estofado: La untuosidad del plato encuentra un contrapunto elegante en la acidez y frescura del Chevalier.

T-Bone: El T-bone, al ofrecer la dualidad entre solomillo y lomo alto, requiere un vino de gran equilibrio, con estructura y frescura. Domaine de Chevalier, con su acidez precisa, tanino pulido y perfil elegante, armoniza con ambas  texturas. El lado del solomillo resalta el frescor del vino, mientras que el lomo alto (más graso) intensifica sus notas de fruta negra, grafito y especias.

Chuletón Madurado: La maduración añade profundidad, umami, y notas lácticas que requieren un tinto serio y complejo. Este Grand Cru de Pessac-Léognan, con crianza en roble fino y marcada mineralidad, limpia el paladar y realza los matices cárnicos, sin saturar. Los taninos presentes pero domados encajan perfectamente con la textura marmoleada de este corte.

Tomahawk: Por su potencia visual y gustativa, el tomahawk exige un vino con carácter, pero no excesivamente alcohólico ni sobremaduro. Domaine de Chevalier 2017 brilla aquí: su frescura bordelesa equilibra el volumen del plato y evita la fatiga gustativa. Además, sus notas de cedro, regaliz y frutos negros juegan con el humo y la caramelización de la grasa exterior.